Delfino Madrigal Gil, Erongarícuaro-Michoacán, 1924.

Delfino Madrigal Gil, Erongarícuaro-Michoacán, 1924.                                                  Premio de las Artes Eréndira 2011.

Por Angélica Guerrero R.

                                                                                      Un lago mece una cuna.

Uno de los pueblos que bordean el Lago de Pátzcuaro es  cuna del compositor michoacano Delfino Madrigal Gil. Sus padres, Don Delfino Madrigal Aguilar y Doña Josefa Gil Chávez le dieron la bienvenida a este mundo el día  30 de septiembre de 1924, siendo el menor de cuatro hermanos, Antonio, Manuel y Arturo. Viviendo en el añejo pueblo de Erongarícuaro muy pronto se reconocieron en él habilidades musicales notables, por lo que a los 7 años con mediación del cura Maximino Aguilar encargado de la parroquia del poblado vecino de San Jerónimo Purenchécuaro, lo enviaron  junto con otros tres niños del lugar a la ciudad de Morelia, la capital del estado, con la finalidad de que este cuarteto de niños se integrara en un coro y al mismo tiempo recibieran instrucción académica.

 Ensueños del Lago.

Fue entonces cuando, según las memorias del maestro Delfino, Don Maximino Aguilar fue acomodando a los niños traídos de la Ribera del Lago en varios coros de Morelia. A unos les toco en la parroquia de San Francisco, al niño Delfino lo acomodó en el Coro de Infantes de la Catedral, completando así el número 12, dado que por regla  tenían que ser 12 y sólo 12. Buena voz y musicalidad eran los requisitos que debían tener estos 12 infantes, quienes eran educados en la voz, solfeo y piano, además de contar con instrucción académica elemental, gramática, matemáticas etcétera. Desde luego, ello le ayudó más tarde a afrontar con solvencia la música litúrgica. Algunos de los niños del coro continuarían su carrera musical, para ser, con el correr de un par de décadas, los compositores y directores que protagonizarían la escena musical. En ese momento, el Coro de los Infantes de la Catedral era dirigido por el maestro Felipe Aguilera Ruiz, destacado cantante que haría el papel del Petamuti en el Drama Sinfónico Tata Vasco,  compuesto por Miguel Bernal Jiménez hacia 1940-1941. En dicho coro, el niño Delfino estuvo hasta 1938 aproximadamente.

                                                                      Rezan, cantan y sonríen.

Fotografía tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.  Delfino Madrigal Gil, es el primero de la parte de arriba, de izquierda a derecha., al centro ubicamos a Luis Berber, el tercero de izquierda a derecha en la parte de abajo. Paulino Paredes aparece en el pináculo.

                                                                                    Del Valle al Lago, del Lago al Valle.

Con el paso de los años y el cambio de voz, Delfino tiene que dejar el coro infantil y se regresa por un tiempo a su pueblo, y más tarde alrededor de los 18 años regresa a Morelia de nueva cuenta a proseguir con sus estudios musicales en la Escuela Superior de Música Sagrada, teniendo como profesores a Miguel Bernal Jiménez y a Paulino Paredes Pérez; una vez concluidos sus estudios, la Institución le otorgó su diploma correspondiente a la Licencia Gregoriana en 1946, avalado por la Escuela Pontificia de Música Sagrada de Roma, de lo cual comenta Jesús López Moreno: “Esta licenciatura fue fundamental en su obra creadora, ya que el maestro Delfino logra conjugar la modalidad gregoriana en su estilo de composición muy refinado, que lo ha acompañado a lo largo de su creación musical, especialmente en su obra litúrgica.”

Un magisterio más, el de composición, es concluido hacia 1951 bajo la cátedra de Miguel Bernal Jiménez. Ante algunos obstáculos para obtener su magisterio de órgano en Morelia, se traslada a la Ciudad de Guadalajara para realizar su examen profesional de órgano, teniendo como escenario la Escuela Superior de Música Sagrada de Guadalajara en 1963, contando como maestros sinodales a Domingo Lobato, Hermilio Hernández y el Pbro. Jesús Aréchiga.

Este bello diploma de Magisterio en Composición, cuenta como lo podemos observar, en  cada una de las esquinas a un compositor: Johann Sebastian Bach,  César Frank, Giovanni Pierluigi da Palestrina y San Gregorio Magno, quienes seleccionaría el propio Delfino en aquel entonces como sus favoritos.

Fotografía tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

                                                                                             Recuerdos juveniles

A la par que conseguía logros en el ámbito artístico, Don Delfino Madrigal fue un excelente jugador de futbol, que se desempeñó dentro de la Liga del Morelia como defensa izquierda en el equipo del América, quien consiguió entre sus muchos éxitos derrotar al mítico equipo de ese entones, el Atenas; esto acontecía allá por los años 40, el joven Delfino afianza su actividad futbolística por  espacio de diez años. Fue común en esa época para los músicos y estudiantes de la Escuela Superior de Música Sacra de esos años, complementar sus actividades musicales con este particular juego.

Credencial de 1947 de la Liga de Fut-bol (sic) del “Morelia”.   Fotografía  tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

Equipo “América”  en 1945, en la parte de abajo, el maestro Delfino Madrigal Gil, es el primero de derecha a izquierda.  El equipo de pie el “Vasco”. Fotografía  tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

                                                                                        Nuevos horizontes.

La actividad docente del entonces ya Maestro Delfino, la desarrolló en el Conservatorio de las Rosas, escuela que estaba en funciones al mismo tiempo que la Escuela Superior de Música Sagrada, y que por aquel entonces se ubicaba en la planta alta del portal Mina, siendo nombrado Director de dicho Conservatorio de 1948 a 1952. En ese periodo el Conservatorio se cambió a la casa donde actualmente se encuentra el Museo del Estado. Impartió las  materias de órgano, armonía, contrapunto y composición primordialmente. Hacia 1952 escribe la Suite Nupcial para la ceremonia donde contrajo nupcias con Doña Juvencia Uribe Tremontels en el templo de las Rosas, siendo celebrada esta boda por el Illmo. Señor Don José María Villaseñor. De este matrimonio nacieron 9 hijos: Delfino, Felipe, Rocío, Lourdes, Eugenio, Rosa María, Alejandro, Miguel Ángel y Teresa.

El día de la boda del  maestro Delfino Madrigal Gil con Juvencia Uribe Tremontels, rodeado de familiares y amigos. Templo de las Rosas. Fotografía tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

Dentro de la familia Madrigal Uribe hay toda una gama de artistas, sobre todo de músicos, por la parte Madrigal, pero también se destaca un renombrado arquitecto francés como ancestro de Doña Juvencia: Adolphe André de Trémontels, del que podemos destacar la autoría de lo que hoy conocemos como Correos en la ciudad de Morelia y algunas zonas de la colonia Condesa en la Ciudad de México.

Árbol genealógico de descendencia mexicana de Adolfo Tremontels, en el libro: Deveaud, Francois, Histoires de ma famille, Edition Scripta, p. 172.

Casona de los Tremontels, en Deveaud, Francois, op cit,

El periódico La lozére nouvelle, hizo nota sobre la visita de la parentela mexicana de los Tremontels, el encuentro  Madrigal-Tremontels  tuvo lugar en La Canourgue en 1998.

El Lago: Raíces musicales

Ahora bien, en estas líneas de parentesco y arte, es notable la ascendencia musical del maestro Delfino, pues su padre se desempeñaba como trombonista en la orquesta local, cuya presencia musical tuvo gran éxito en los alrededores de la región, e inclusive hasta la costa. El compositor de las  canciones originales que tocaba dicha orquesta era el maestro Crispín Tinajero, quien a su vez era el encargado de la enseñanza de la música a los integrantes de la orquesta.

Orquesta de cámara en la cual tocaba el Señor Delfino Madrigal Aguilar, al centro con el trombón. El primero de izquierda a derecha era el maestro que les enseñaba a tocar del cual hoy se conservan algunas composiciones suyas,  su nombre: Don Crispín Tinajero. Fotografía tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

Ser organista

El maestro Delfino Madrigal fue uno de los organistas más notables de México. Se desempeñó como tal por espacio aproximado de 8 años en la parroquia de San Pedrito en la Ciudad de México. Más adelante ganó por oposición en 1961 el título de organista de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en el cual permaneció por espacio de 15 años. Su actividad de concertista le ha llevado a participar en los Festivales Internacionales más importantes de nuestro país, además le ha llevado a emprender la acción de tocar la obra integral de Johann Sebastian Bach a lo largo de 22 conciertos, tarea de gran envergadura artística para la cual se ha valido de la participación de sus hijos Rosa María y Eugenio, con quienes ha montado además programas dedicados a grandes compositores de la música organística: Dietrich Buxtehude, César Franck y de Miguel Bernal Jiménez. Hecho que consolida las venas artísticas de esta familia mostradas anteriormente tanto en línea ascendente como descendente.  Aquí hay que mencionar también a su hijo Miguel Ángel que también ha participado en algunos conciertos de estas series y quien con su hermano Alejandro ha incursionado en la organería. Teresita por su parte  también ha estudiado música y  hace las partes de  soprano en las canciones de su padre.

Durante su estancia en la Ciudad de México, el maestro Delfino Madrigal, impartió cátedra en el Seminario Conciliar, en el Instituto de Música Sacra Cardenal Darío Miranda y en la Escuela de Música Sagrada de Religiosas. Igualmente cuando retorna a la ciudad de Morelia después de poco más de veinte años de residir en la Ciudad de México, se reincorpora como maestro al Conservatorio de las Rosas por algunos años más, radicando en los últimas décadas en su natal Erongarícuaro. Para 1994 realiza una gira con sus hijos a Vancouver, Canadá y en 1998 a París, así como a La Canourgue y Mende.

En la casa de Marcel Dupré, el maestro Delfino toca el piano Steinway del famoso compositor francés, de fondo un órgano de cinco manuales. 1998. Fotografía tomada del Archivo de la Familia Madrigal Uribe por Angélica Guerrero.

Ser compositor

El maestro Delfino Madrigal Gil desplegó una rica gama en cuanto a géneros de la composición musical. Dentro del ámbito litúrgico cuenta con alrededor de 13 Misas, un Te Deum, 5 Ave María, y otros 7 Motetes Sacros; 10 Vísperas, 9 Misterios, 3 Responsorios. En relación con la temporada navideña compuso también 10 Cantos de Posadas. En otros tiempos, la Revista de Cultura Sacro Musical a cargo de Miguel Bernal Jiménez y Marcelino Guisa, editó las siguientes: María Mater, Ave Regina, Emperatriz Poderosa, Bajo Tu Manto, Panem Caelestum, Ave Maria Caelorum.

Tiene en su haber diversas composiciones para órgano: una Sonata Modal, una Toccata y la Marcha Nupcial que referimos anteriormente, además de doce títulos más en este ámbito entre corales, fugas y composiciones propias de la celebración eucarística.

Su obra para piano comprende una Suite, más ocho piezas con diferentes formas: Sonata, Marcha Fúnebre, Romanza, Preludio, Estudio, entre otras. Cuenta con una grabación de estas obras en un LP grabado en 1986 por el Conservatorio de las Rosas y el Gobierno del Estado de Michoacán, a cargo del pianista Rodolfo Ponce Montero.

Para orquesta y coros escribió una Suite Pueblerina Tarasca (Lago de Pátzcuaro) que comprende 32 números, cada uno de los cuales lleva el título de un pueblito de la región: Pátzucaro, Huecorio, Urandén, Tzenzenguaro, Sta. Ana Chapitiro, San Pedrito Pareo, Tócuaro, Jarácuaro,  Arócutin, Juia Nintani (coro), Uricho, Erongarícuaro, Napizaro, Puácuaro canto y danza de los inditos (coro), Oponguio, San Andrés Tziróndaro, San Jerónimo Purenchécuaro, Chupícuaro, Santa Fe, Tata Vasco de Quiroga, Patambicho, Tzintzuntzan, Ichupio, Tarerio, Ucazanaztacua, Cucuchucho, Ihuatzio, Tzurumútaro, Pacanda-El indito (coro), Yunuén-La huarecita (coro), Tecuenan y Janitzio.

Escribió además 12 Canciones Románticas y otras dos series de canciones. Compuso un álbum de canciones para niños y dos arrullos.

En el año de 2005, el 15 de mayo, se le rindió un Homenaje en la Ciudad de Guanajuato,  donde él participó tocando algunas de sus obras.

Para el 2011, fue ganador del Premio Eréndira de las Artes que otorga el Gobierno del Estado de Michoacán, motivo y eje para la realización de esta breve labor periodística acerca de su vida y obra. Las tareas de difusión de su obra quedan aún pendientes, aún faltan estrenos como el de la Suite Pueblerina Tarasca. Aunque es un hecho que este pequeño esbozo cumple en lo que le toca, plantear el reconocimiento constante a la valiosa obra musical del maestro Delfino Madrigal Gil como aportación artística y genuina de Michoacán para la cultura en México, es un tema aún pendiente.

El lago en calma brilla de plata

El maestro Delfino Madrigal Gil está próximo a cumplir sus ya 89 años de vida, sirva esta pequeña semblanza como un asomo a su vasta trayectoria artística, a pasajes inéditos de su interesante vida que gentilmente ha querido mostrar a quien esto escribe para compartirlo con el mundo.

Agradezco las finas atenciones de la familia Madrigal Uribe para llevar a cabo la investigación fotográfica en su Archivo Familiar, así como las entrevistas realizadas con el maestro Delfino Madrigal Gil en este mes de septiembre de 2013 tanto en la ciudad de Morelia en un café de los portales, como en su natal  Erongarícuaro, Michoacán; en su casa rodeada del exuberante verde, con la vista plateada de un generoso Lago, su inspiración.